
Subimos por una callecita bellísima, cada paso que daba venía con un profundo latido de mi corazón, la ruta siguío sorprendiéndome: casitas, mujeres de colores tejiendo, nenes chapositos bajando a toda velocidad, cholitas hablándome en inglés y otros tantos amigos artesanos.
Guapa de dónde eres? me pregunto Rj (el artesano mientras me hacía una trenza)
de Lima le dije.
No parece, Ud. se ve bien cruda.
Mas tarde conocí a Diana una colombiana con acento de todo sudamerica junto, ella vendía títeres de esponja. Estaban hermosísimos juntando la plata me compre 3: Valentina, Clemencio y Maikol. Actualmente pueden verlos en mis shows ya que son las estrellas de la fiesta.De bajada a la Plaza vi a una niña preciosa cargando a una ovejita, voltié y le dije a F: tomame una foto con ella porfa. Me acerque sin decir nada y sonreí.
Gracias! le dije y seguí caminando, no pue dar mas de 3 pasos y escucho que me llaman desde atrás, Tip ...(propina) prfff.. cha que de todo se hace negocio ahora, metí mi mano en mi bolso y le di su TIP. si le dije gracias porque no me pidio propina en vez de decirme TIP? ay la huachafería...
No podía esperar, literalmente no podía. Esa noche no pude dormir, di mil vueltas en la cama pensando, alucinando lo que me esperaba en ese lugar tan mágico. La música me rondaba en la cabeza, los colores, los paisajes, las vocesitas graciosas, la mamacha del carmen y toda su fuerza.
Desperté y ya era hora de partir, en el camino la vista era preciosa de un momento a otro la ruta desnudaba montañas y asi dejaban ver también los valles, acantilados, rios, en fin todo eso que nos acelera el corazón y carga de energía.
3 horas duró el viaje y ya estabamos ahi. Todos queríamos salir de ese bus, nos empujábamos yo me iba a escapar por donde sea y es que ese bombo característico de la banda sonaba entre mis víceras y me anunciaba que la fiesta estaba empezando.
QUE HACE BARNEY AQUI??? fue lo primero que me pregunté cuando baje del bus y me dió mucha risa.
Corrí, corrí cargando mis cosas, sacando mi cámara para no perderme de nada. En mi escuela de actuación Anita Correa me había contado mucho sobre esta fiesta, yo no lo podía creer, todo era tan bonito.
Dicen que este pueblito duerme todo el año, sólo despierta cuando llega la fiesta de la Virgen del Carmen. Escribir sobre todo lo que sentí es imposible, no encuentro palabras para toda esa ola de sensaciones que me ahogaron esos días. Por ahora me queda en el recuerdo todos estos momentos, sorpresas, risas, amigos, las ganas de vivirlo con los que no fueron conmigo, inmortalizar el momento, querer tantas cosas. Creo que eso es lo que más me gusta de viajar, querer hacer tantas cosas y ser libre, muy intensa, espontanea, sola o rodeada de gente que busca lo mismo. Tengo mucho más que contar sobre este viaje, pero ahora ya no soporto el hambre de la panza.